Con esta emotiva despedida dicen adiós los alumnos y alumnas del Colegio Torresoto a la maestra Milagros, que después de toda una vida dedicada a la enseñanza, y los últimos 17 años en nuestro Centro, se nos jubila.

Los aplausos llenaron los pasillos y la entrada del colegio que tantas veces Milagros ha recorrido.

Además, los alumnos y alumnas de las diferentes generaciones a las que ha dado clase, coreaban su nombre mientras ella repartía besos y saludos.

Ha recibido innumerables muestras de cariño y el reconcomiendo a toda una vida dedicada a la enseñanza.  

Milagros se jubila, dejando tras de sí una huella imborrable en generaciones de alumnos y alumnas que pasaron por sus aulas.

Muchas gracias, Milagros, que tengas una feliz jubilación y aquí sigues teniendo tu casa", te lo dice el que hasta ahora ha sido tu lugar de trabajo.

Estimadas familias, que acudís a nuestra web para informaros sobre el C.E.I.P. Torresoto, os podemos contar que...

Nuestro centro se define como una comunidad donde todas las personas tienen cabida. Valoramos la diversidad como cualidades positivas que nos permiten contribuir a una convivencia más enriquecedora.

Nuestra preocupación por la pedagogía hace que estemos en la búsqueda la excelencia de nuestro trabajo y el de nuestro alumnado, estando en continua formación para avanzar conforme a las nuevas metodologías y propuestas educativas.

En la actualidad estamos inmersos en la "TRANSFORMACIÓN DEL ESPACIO EN QUE VIVIMOS", creando un entorno más agradable y sobre todo cultural, para toda la comunidad educativa.

Queremos ser un centro que preparamos para vivir en sociedad intentado dejar de lado ser "académicos" y ofreciendo una educación más REAL, que les sirva para la vida.

NUESTRA ESCUELA, LA QUE SOÑAMOS, sería...

• Bonita; entornos agradables que nos transmitan mensajes, que nos cuente las cosas que hacemos, vivimos y elaboramos los que la habitamos.

• Una escuela inquieta, en continua ebullición y desafío mental y emocional.

• Que contará con espacios para la relajación, la lectura, jugar a juegos de mesa o ajedrez…

• Una escuela creativa y que permitiera dejar volar la imaginación.

• Donde todas y todos, independientemente de edad, cultura, rasgos o religión, tuviéramos cabida.

• Y todo ello con una convivencia pacífica y armónica, centrada en el diálogo como medio para la resolución de conflictos.

• Una escuela a la que los niños SÍ QUISIERAN IR.